¿QUÉ ES LA ESCÁPULA ALADA?

La escápula alada es una entidad clínica que se define como una prominencia en el borde medial de la escápula. Es uno de los desórdenes escapulotorácicos más frecuentes, y además de poder producir dolor y deformidad estética, asocia pérdida de fuerza en el hombro y reducción del rango de movilidad de la extremidad superior.

Las causas de esta entidad son variadas, y en algunos casos el diagnóstico dificultoso. La exploración clínica del paciente será fundamental, en algunas ocasiones asociada a otras pruebas complementarias de imagen (radiografia, TC, RM) o electromiográficas. Establecer la causa será imprescindible para indicar una estrategia terapéutica apropiada.

CAUSAS

Las lesiones que provocan como clínica una escápula alada son variadas, desde lesiones nerviosas hasta ausencia congénita de músculos, tumores o patología degenerativa escapulohumeral. En cada situación la causa será diferente. En el caso de las lesiones de nervios puede ser un traumatismo, o una cirugía realizada en las proximidades. En la ausencia congénita es una patología del desarrollo debida a una alteración genética. En los casos degenerativos se debe al uso de la extremidad afectada. En cada caso deberá hacerse una valoración exhaustiva para establecer la causa exacta y así ofrecer el tratamiento más adecuado.

Los pacientes referirán dolor posterior, fatiga muscular y dificultad para elevar la extremidad. Las causas de la lesión nerviosa pueden ser traumáticas, infecciones virales, neuritis plexuales, e iatrogénicas, producidas durante otro acto quirúrgico en la región.

Parálisis del músculo trapecio

El nervio accesorio espinal inerva el músculo trapecio, situado en la región posterosuperior del cuello y el tronco, y subdividido en tres fascículos. La lesión de dicho nervio provocará una parálisis del músculo, conllevando una falta en su función. La parálisis del fascículo superior provocará un descenso de la escápula, que se suplirá en parte por el músculo elevador de la escápula, inervado por el nervio dorsal de la escápula. La parálisis de los fascículos medio e inferior serán responsables de una inestabilidad del margen medial de la escápula, con su consiguiente desplazamiento lateral y la desaparición del movimiento de retracción escapular.

Parálisis del músculo serrato anterior

El músculo serrato anterior recibe su inervación del nervio torácico largo, y es considerado un elemento clave en al articulación tóracoescapular. Se sitúa en la cara anterior de la escápula, forma el nexo real entre el esqueleto axial y el apendicular, y eleva el margen súperoexterno de la escápula, elevando así la extremidad, y facilitando la proyección en las tres dimensiones del espacio de la mano. Clínicamente, la parálisis del músculo serrato mostrará con la flexión del hombro, una protusión del ángulo inferior de la escápula, con lo que el ángulo superoexterno no se elevará de forma adecuada, la articulación glenohumeral se orientará hacia inferior, por lo que no se elevará la extremidad superior. El tubérculo mayor del húmero chocará de forma prematura con el acrómion, y el manguito de los rotadores sufrirá una sobrecarga.

Ausencia muscular congénita

En otras ocasiones, la escápula alada se presenta con una ausencia congénita de alguno de los grupos musculares implicados en la articulación toracoescapular, ya sea de forma única o presentándose en conjunto con otras lesiones en forma de síndrome. Es el caso de la ausencia congénita de músculo trapecio o del músculo serrato. Deberá hacerse un estudio detallado, y un diagnóstico preciso. Se planteará una cirugía de reconstrucción microquirúrgica mediante transferencia muscular de trapecio contralateral o de pectoral para sustitución de serrato. Son lesiones raras, que presentan pocos pacientes, y que requerirán cirugías altamente demandantes, por lo que el equipo quirúrgico debe ser especializado.

Deformidad de Sprengel

La escápula alada congénita o deformidad de Sprengel (escápula no descendida) es el resultado de la falta de migración distal de la escápula durante el período embriológico. Asocia otras deformidades: fusión costal, costilla cervical, espina bífida, alteraciones renales… Clínicamente se aprecia un hombro asimétrico, con una escápula entre 1 y 12 cm más arriba de lo normal. Provoca alteraciones cosméticas y funcionales, con limitación de la separación del brazo (abducción) e inestabilidad del hombro. Hay diferentes grados de deformidad. En los grados más leves se puede considerar cómo opción la terapia conservadora, con fisioterapia pasiva y activa específica. Si la deformidad es moderada o grave deberá considerarse el tratamiento quirúrgico. Con la cirugía se pretende no solo la corrección estética de la falta de migración escapular, sino también la recuperación funcional y la mejoría del dolor. Se procede a desinsertar los músculos superomediales y eliminar las uniones óseas entre la escápula y la columna vertebral si las hubiera, seccionar de la misma manera las bandas fibrosas si se presentaran, desplazar la escápula en sentido distal hasta su posición natural, y reanclar los músculos de tal manera que mantengan la posición adecuada.

Otras causas

Otras patologías que pueden presentarse con escápula alada son los tumores escapulares, las fracturas y defectos de consolidación de fracturas escapulapulares, las bursitis e inestabilidades glenohumerales y las lesiones degenerativas glenohumerales. En todos estos casos deberá hacerse un diagnóstico de certeza con una exploración clínica cuidadosa y las pruebas complementarias requeridas.

TRATAMIENTO

Los métodos utilizados para la estabilización escapular en estos casos son variados; la artrodesis escapulotorácica o la tenodesis pasiva se usó en el pasado, pero no es aconsejable por el déficit funcional y dolor residual que la acompañan.

La microcirugía permite una reconstrucción anatómica de la lesión, ya sea mediante sutura directa del nervio o con el uso de injertos nerviosos extraídos de otras localizaciones.

En algunos casos cuando la reconstrucción microquirúrgica no es posible, se deben utilizar transferencias tendinosas (cambio de localización de un músculo: angular pro trapecio, dorsal ancho pro trapecio, trapecio contralateral, pectoral mayor pro serrato…) como cirugía paliativa.

Tanto las técnicas microquirúrgicas como las transferencias musculares son cirugías de elevada complejidad, que deben ser llevadas a cabo por cirujanos expertos.

La escápula alada no solo implica una alteración estética, sino una limitación funcional y un dolor asociado, por lo que el tratamiento se considera imprescindible. La no resolución de esta patología, conllevará contracturas musculares cervicodorsales, lesión del manguito de los rotadores del hombro, con el déficit funcional asociado.

El objetivo del tratamiento quirúrgico será restablecer la funcionalidad de la extremidad afectada, con el mínimo dolor y la mínima afectación cosmética.

El tipo de intervención quirúrgica a realizar se decidirá en función de la patología que provocó la escápula alada.

La recuperación será adecuada tras un periodo de inmovilización y posterior rehabilitación, específica según el caso.

TRATAMIENTO FISIOTERÁPICO POSTQUIRÚRGICO

En el seguimiento ostoperatorio se valorará específicamente cada caso de forma individualizada creando un plan específico de fisioterapia.